Mi nombre es Leopoldo Gonzalez Andrades y esta es mi opinión sobre este tema, que no tiene porqué coincidir con los miembros del colectivo al que pertenezco (Ventana Plástica).
Siempre me he preguntado, porqué la famosa novela de Cervantes, ha tenido tanto éxito dentro y fuera de nuestras fronteras, cuando hay múltiples historias de ficción con tanto o más intriga en su desarrollo, pero la respuesta creo que está muy clara y además se ha debatido con anterioridad a este alegato mío y es que la insigne novela del genio de las letras refleja la personalidad del español, paladín de las causas perdidas, que valora mucho más lo que viene de fuera que lo que tiene dentro y del cual se ríen todos aquellos que le rodean por su insensatez y candidez ante la vida.
Todo esto viene a cuento por una cuestión viva en esta España nuestra que lleva pasando años, sin que nadie repare en ello y sin que por supuesto se ponga remedio.
Resulta que en la Avenida de La Palmera de Sevilla, -una de tanatas de las que existen en nuestro país-, hay una estatua erigida en memoria de Simón Bolivar, a la que no solo no le falta un perejil, sino que incluso se le ha restaurado recientemente, con el dinero de todos y que tiene un trato digamos de favor en comparación con otras de esta ciudad, a las que no se le hace ni caso. Dicha estatua ecuestre está anexa al parque de María Luisa y nos presenta al heroe con los brazos abiertos en actitud de busca de la libertad.
Cabe en este punto recordar brevemente quien era este personaje muy recordado por supuesto y alabado en nuestros días por el insigne mandatario de la República de Venezuela "Chaves", que no se caracteriza desde luego por ofrecer a su pueblo esa libertad que rememora día tras día la susodicha estatua.
Simón Bolívar, era un criollo, osea un descendiente de los primeros colonizadores españoles , que quiso en su momento independizarse de la corona de España, para obtener la libertad de lo que hoy es Bolivia y Venezuela y que luego esa revolución se extendió por casi toda America del Sur. Esto no fue gratis, hubo una guerra y desde luego este señor consiguió lo que se proponía matando innumerables antepasados nuestros, los cuales si levantaran la cabeza hoy, no entenderían como este país alaba y ensalza al enemigo que los mató.
Esta es la realidad. Es como si en el centro de Londres se pusiera una estatua de George Washington heroe de la independencia americana. Esto solo puede ocurrir aqui, porque asi somos y esto ya lo descubrió un hombre que fue llamado "el manco de Lepanto", por perder un brazo luchando por su país, y que luego escribió la novela más universal que se haya escrito.
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